29/8/11

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Familiares y amigos le despedirán hoy a las 20 horas en Bon Sosec
 
Su Di(et)ari, escrito desde Caubet, fue una vuelta a la vida, así lo reconocía él mismo en aquellas páginas que destilan una suerte de felicidad crítica en su lucha contra la enfermedad, aquella que superó en 2008. En agosto de 2011, Josep-Joan Rosselló volvía a ingresar en Caubet, en esta ocasión por una dolencia distinta que iba a arrebatarle la vida. Todo sucedió ayer: el periodista de 53 años fallecía de madrugada en el hospital. Su hija Carme así lo comunicó en el propio muro de Facebook de su padre. Asimismo, aprovechó el mismo canal para convocar a familiares y a amigos a una ceremonia de despedida que se celebrará hoy a las 20 horas en el cementerio de Bon Sosec.


Nacido en Palma (en el barrio de Camp Redó) en 1958, se inició en el periodismo con tan sólo 19 años "por pura necesidad de subsistencia", reconoce en el dietario publicado recientemente por Lleonard Muntaner y presentado en la última Fira del Llibre. Por entonces ni siquiera sospechaba que la profesión jamás iba a abandonarle. Rosselló empezó en el desaparecido diario Baleares. En otra entrada de estas mini-memorias del año 2007-2008, evoca cómo vivió en la redacción la muerte de Franco. Ya en diciembre de 1975 entró a trabajar en Última Hora, donde desarrolló labores en las secciones de municipal e información política, hasta llegar a la categoría de redactor jefe. En esa época inició sus colaboraciones radiofónicas (Antena 3) y televisivas (Centre Territorial de TVE) ya en el ámbito cultural, en el que más ha destacado.
En verano de 1988 se incorporó a la plantilla de DIARIO de MALLORCA, donde trabajó como jefe en las secciones de Part Forana, Local y, finalmente, desde 1992, en información cultural. Asimismo coordinó durante varios años el suplemento Cultura (ahora Bellver) de este rotativo, donde mantuvo un artículo fijo conocido como Hebdomadari en el que repasaba la actualidad literaria y cultural. Su otra sección fija muy conocida era Mecanoscrit, ya escrito en catalán. Una atalaya desde la que ejercía la crítica cultural sobre todo a nivel local, pero en la que también aludía al Principat y a Valencia. En este último año, el periodista venía desempeñando el cargo de jefe de prensa del partido Esquerra Republicana a les Illes Balears.
Rosselló rememora en el dietario cómo vivió y cubrió algunos de los acontecimientos más destacados de la isla. Como ejemplos, enumera las primeras elecciones municipales de Palma y la llegada de Ramón Aguiló al sillón de alcalde; la constitución del Consell General Interinsular, presidido por Jeroni Albertí; el proceso de redacción y aprobación del Estatut d´Autonomia, el intento golpista de Tejero o las primeras elecciones autonómicas.
En la sección de Cultura cubrió varios Premios Planeta y Ramon Llull como enviado especial del diario a Barcelona. Entre ellos, escribió la crónica sobre el otorgado a Camilo José Cela en 1994 por La cruz de San Andrés. El mismo año volvió a la Ciudad Condal para escribir sobre el Ramon Llull concedido a Néstor Luján. También redactó la noticia sobre el que recibió Fernando Schwartz en 1996 por El desencuentro. Asimismo entrevistó a numerosos escritores y artistas como Paco Ibáñez, Maria del Mar Bonet, Joan Brossa o Lluís Llach, entre muchos otros.
Últimamente, era frecuente escuchar sus colaboraciones radiofónicas como tertuliano tanto en IB3 como en Ona Mallorca. Su presencia en internet también era importante. Rosselló mantenía el blog Quadern de bitàcola, actualizado con mucha frecuencia, y en el que reflexionaba muy a menudo sobre la lengua propia y la identidad catalanas. Cuestiones con las que Rosselló estaba muy comprometido. Tanto es así que en el blog se autodescribía así: "Sóc periodista, d'esquerres, català de Mallorca i independentista perquè m'hi han obligat". En la última página de su dietario también hace referencia a esta cuestión con las siguientes palabras: "Des de molt jove vaig entendre que la meva llengua, la de ca nostra, no era la mateixa que m´ensenyaven a l´escola i vaig ser conscient que m´obligaven a fer-la servir. Aquest procés em va dur a entendre que també el meu país no era el que em volien fer creure: va ser saber que no era espanyol i començar a fer feina per obtenir, un dia, la sobirania plena de la nació catalana. En això estam". 
Las redes sociales también fueron un campo de cultivo para el periodista. Publicaba a menudo notas en su facebook sobre la actualidad política, así como comentarios más personales sobre su día a día. La enfermedad que le obligó a ingresar primero en Son Llàtzer y después en Caubet también fue trama en su muro, muy comentado y visitado por sus amigos en estos últimos días.
Una vez Josep-Joan Rosselló vio de cerca "la cua de´n Barrufet" (así lo escribió en una entrada de su blog hace tres años), ayer el maldito Barrufet se lo llevó.